domingo, 4 de diciembre de 2011

#No te olvides de...

La magia de la infancia.
Ella, que tan feliz nos hizo sobre todo en estas fechas. Ella, que nos hacía creernos lo imposible. Ella, que conseguía que no tuviéramos los problemas que tienes cuando creces. Ella, la dueña de nuestros sueños, la que obtuvo lo que se propuso y nos abandonó con el tiempo.

sábado, 3 de diciembre de 2011

#Reflexión de hoy.

Lo sentimientos se pueden ocultar, guardar en un cajón y cerrarlos con llave.
Aunque, ¿Os digo una cosa? No os molestéis en hacerlo. Si tienen que salir, lo harán y no preguntéis cómo.No lo sé.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Espero no hacerlo.

Desde pequeña he querido ser muchas cosas, he soñado con que tendría una vida apasionante y llena de misterios por descubrir. Siempre he sido muy soñadora y creo que eso es lo que ha hecho que sea a la vez, tan indecisiva. Ni sé que quiero ser de mayor, ni donde voy a estudiar… ni nada. Aunque, la verdad, tampoco me importa mucho, ya que sabré lo que quiero ser cuando llegue la hora, pero ¿Y si no me llega? A veces  me hago esa pregunta, la de si me equivoco, escojo una carrera que no me gusta y  me doy cuenta de eso cuando ya no hay  marcha atrás. Nunca he sido una chica que mire hacia el futuro ya que me gusta demasiado el presente e intento no desaprovecharlo, aunque en casos a envidio a las personas que saben que quieren estudiar ya que se tienen  marcada esa meta. Espero no arrepentirme de lo que haré en un futuro sea lo que sea y viva donde viva.

jueves, 17 de noviembre de 2011

La ciudad de los rascacielos.

¿Nunca sentís que sobráis? Con alguna persona, en algún sitio, etc. Eso , como a cualquiera, también me pasa a mi, pero lo mío es diferente. Yo siento que sobro en este país durante un tiempo y me gustaría poder terminar mis estudios e irme fuera, muy lejos, cruzar el ‘’charco’’ y presentarme allí. En la ciudad de los rascacielos, en donde nada es imposible, donde la vida se hace un poco más alegre día a día. Allí quiero ir yo, siendo una turista más que como tantos que visitan Nueva York.
 Quiero poder contemplar todo Manhattan desde lo alto del Empire State, quiero correr en Central Park, quiero ir a Chinatown y pensar que estoy en Asia, quiero vivir de esa manera. Disfrutar de cada rincón que nos aporta y de cada cosa que veré en esos días. Quiero poder decir, yo estuve allí, en la ciudad de las grandes oportunidades y que aproveché al máximo cada segundo. Quiero tener ese recuerdo para que cuando pasen los años, pueda contárselo a mis nietos y que se queden fascinados de la historia que esa vieja de ojos encandilados les está contando sobre esa ciudad.



lunes, 14 de noviembre de 2011

La fotografía.

Desde principios de nuestra era hemos intentado parar el tiempo, detenerlo, y poder conservar ese momento un poco más. Desde hace un tiempo, somos capaces de hacerlo, de congelar ese segundo de felicidad para luego admirarlo una y otra vez.
Pero ahora, ¿De verdad admiramos la verdadera imagen? Paraos a pensar un segundo, con los programas que hay ahora de fotos… ¿Estamos viendo la verdadera o una retocada en el ordenador?
Yo creo que la mejor fotografía de todas fue la primera de la historia: aquella de aquel hombre que pulsó el primer ‘click’ y que fue capaz de congelar el tiempo y sacarse una sonrisa ya que él había conseguido todo lo que hasta entonces se había intentado conservar : Esos segundos de felicidad que se recuerdan al admirar una foto.

domingo, 13 de noviembre de 2011

¿Por qué?

Todos nos proponemos retos en esta vida casi imposibles de alcanzar, sueños, pensamos que algún día podremos llegar a tenerlos, a vivirlos. Llegado el día que esperábamos, nos damos cuenta que ese sueño tan ansiado no ha sido más que eso, un sueño. Llegado a ese punto de ansiedad, perdemos lo poco que en esta vida tenemos, la esperanza, tiramos la toalla y decimos basta, basta de vivir en una mentira, de pensar en positivo, perdemos la cordura y la razón, y solo esperamos a salir de ello.

1er capítulo ! Todavía no tiene título!

Estiré el brazo y apagué el despertador , eran las 7.30 de un viernes de primeros de diciembre. No tenía ganas de levantarme, pero algo me recordó que ese día era especial, él. E l chico de los ojos azules y mirada maravillosa, Marcos.
Me levanté corriendo y fui al baño, tenía la ropa preparada de la noche anterior, conecté el calefactor y me peiné. Lentamente empecé a quitarme el pijama y a vestirme, me puse unos vaqueros pitillos azules con un jersey marrón y unas botas a juego. Ese día tenía que ser especial y  con doble razón, una, había quedado con él en el recreo y dos, después de comer iba a ir con Marta y Lucía a tomar un batido a “Matti’s”, donde servían los mejores de la ciudad ,y luego al cine y a comer una pizza , o eso creía yo.
Me empecé a maquillar lentamente, primero me di el rimel y luego la raya, no me gusta maquillarme mucho a si que en los labios sólo me eché un poco de brillo…Cuando me acordé de él. De su cara y sus ojos, y me entró un cosquilleo que no me quitó una sonrisa.
-AIBA! Las ocho y diez! Joder. – Entre tantas cosas y pensamientos se me había pasado la hora, salí corriendo y bajé las escaleras- ¡Mamá me voy que voy a perder el autobús!
-¿Pero no desayunas?
Es verdad, no había desayunado, comería algo en el recreo, cuando me acordé que no podía a si que , fui a la cocina y me cogí un croissant, me lo comería en algún cambio de hora, seguramente antes de historia, porque el profesor siempre llega tarde.
Salí  por la puerta y vi la parada, que estaba a cien metros de casa. Me tranquilicé cuando no.. no podía ser , el autobús acababa de llegar y la gente estaba ya montando.
-¡ESPERA! ¡NO NO NO NO!
Eché a correr, que digo, a volar, no había corrido tanto casi nunca,  no quería llegar tarde, ese día no. Le tenía que ver a primera hora para concretar donde quedaríamos en el recreo. Pero no, el autobús se fue sin la persona que más deseaba cogerlo. Me di la vuelta y fui a casa.
Abrí la puerta y entré con los pies arrastrando, no llegaría a tiempo antes de la primera hora ya que mi madre me acercaría cuando llevase a mi hermana al colegio. Mirándolo por el lado bueno me daría tiempo a desayunar.
            -Cariño, ¿Qué haces aquí?
            - He perdido el autobús –contesté muy desanimada.
            -¡ Esque como te entretienes con las musarañas pues lo pierdes!- me dijo un poco enfadada- Te tendrás que esperar que lleve a tu hermana al colegio.. aunque no sé si podrá ir , porque tiene un poco de fiebre… Con este tiempo tan malo.. Bueno mira, no nos vamos a arriesgar , que no vaya al colegio, espera que cojo las llaves y te llevo . Abrígate bien que hace mucho frío cariño.
            'Que si frío dice , más que frío , helaba'
            Salimos de casa y entramos en el coche. Pensé que no había empezado tan mal el día, después de todo no iba a llegar tarde a la primera hora. Sonreí , podría concretar con él el sitio donde quedar. Gracias a mis ensoñaciones no me di cuenta de que mi madre estaba fuera mirando las ruedas del coche.
-          Mamá, ¿Qué haces? Que voy a llegar tarde a clase.
-          Pues que no arranca el coche, haber colócate en el lugar del conductor y arranca.
Me cambié de sitio como alma que lleva al diablo, no quería llegar tarde.
-          Le doy mamá- lo intenté,  pero nada- Lo intento otra vez ¿Va? – Por fin arrancó- ¡YAAA MAMÁ CORRE MONTA!
           Me cambié de lado y mi madre subió al coche. Metió primera y salimos. Encendí  la radio ya  que no quería que mi madre me hiciera el cuestionario que me suele repetir siempre que vamos las dos solas en el coche. Estaba sonando ‘Falling in love’ de mcfly, cosa que me dio un buen presentimiento, ya que siempre que escucho esa canción me acuerdo de él. Empecé a tatarearla en voz baja y una alegría me entró en el cuerpo, eran las ocho y vente y hasta las nueve menos cuarto no entraba en clase.
            -Laura baja la radio cariño, que hablemos, que ya no tenemos ningún momento a solas.
          '' Joder, lo que estaba temiendo, su charla de 'a solas', ese día que no tenía ganas de aguantarla ya que siempre me ponia de mal humor.''
            -Mamá, es que me duele un poco la cabeza, prefiero ir en silencio… Apago la radio, no importa.
            Vi la cara de tristeza de mi madre, ya que le hacía mucha ilusión hablar conmigo de mis cosas.
'' Lo siento mamá no tenía ganas de hablar contigo, sólo de llegar a clase y verle, a él y a sus estupendos ojos azul marino.''